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El mundo editorial

La producción editorial en Galicia durante la etapa franquista estuvo fuerrtemente condicionada por el marco ideológico y, también, por las difíciles circunstancias socio-económicas derivadas de la ditadura. Pese a esta limitación y de la difícil situación económica, la labor editorial no fue testimonial, pues surgieron numerosos proyectos editoriales en Galicia entre 1939 y 1975, alguno de larga duración, otros fugaces. Existieron mecenas, diferentes planteamientos editoriales y comerciales, variados modos de conseguir un público lector, y opciones estéticas e ideológicas diferenciadas. Contemplada en su conjunto, esta actividad cumplió un papel significativo en la resistencia cultural que fue clave en la lucha antifranquista y en la búsqueda de una sociedad democrática. Esta circunstancia no fue suficientemente valorada hasta ahora, como prueba el desconocimiento que existe de muchas de estas iniciativas editoriales, incluso de algunas de indiscutible éxito.

El panorama editorial de la época es más complejo de lo que habitualmente se considera. Normalmente, solo se tienen en cuenta las editoriales con producción de carácter literario-cultural y se olvida a otras de perfil diferente (como la técnica VALLE-COLLANTES de Ferrol o la popular editorial CÍES), al tiempo que se pasan por alto otras con poca producción como MONTERREY. Tampoco se valora la actividad de muchas de las entidades públicas del momento: Academias, Ayuntamientos, Diputaciones, Bancos, Museos...

En los primeros años tras la guerra civil es relevante el rol de las imprentas que funcionan como editoras (MORET, ROEL...); y son el sustento de la autoedición hasta finales de los 60. Es de destacar la muy temprana aparición de una singular editorial de carácter comercial con ventas en toda la península: la editorial CÍES de Vigo.

Ya a finales de los 40 nacen con claro perfil literario la Colección BENITO SOTO (Pontevedra) y BIBLIÓFILOS GALLEGOS (Santiago). En 1950 se funda la editorial MONTERREY y, sobre todo, irrumpe en el panorama la editorial GALAXIA, fundamental en la revitalización de la cultura gallega; un poco más tarde aparece la Colección XISTRAL (Lugo). En la década de los 60 contamos también con un número considerable de nuevas editoriales: en 1961 asoma la colección SALNÉS (Vigo) y a lo largo de la década se revitaliza CELTA (Lugo) y PORTO (Santiago), nacen CASTRELOS (Vigo), SEPT (Santiago), la nueva XISTRAL (Monforte) o EDICIÓS DO CASTRO (SADA).

En las postrimerías del franquismo surgen nuevos actores en este mercado con una producción bastante diversificada como Pico Sacro (Santiago), Edicións do Rueiro (A Coruña) y otras iniciativas editoriales sustentadas por librerías, empresas o instituciones como el Colegio de Arquitectos de Galicia, el Círculo das Artes de Lugo o la Universidad de Santiago de Compostela, entre tantas otras. Todas desempeñaron un papel decisivo en la revitalización de la cultura gallega producida en Galicia,

El panorama reflejado, aunque no exhaustivo, muestra la variedad de proyectos que se recogen y analizan en esta investigación. Y señalamos como de especial interés, el análisis y la recuperación del conjunto de publicaciones que habitualmente se aglutinan bajo la denominación de “edición de autor”, de dificultoso estudio, pero de gran importancia en un trabajo como el que se desarrolla en este proyecto y se propone reflejar en esta página web.